En un momento en que la moda se enfrenta al reto de ser más consciente, la colaboración entre Lacoste y Someone Somewhere plantea una pregunta urgente: ¿es posible crear objetos que no solo vistan, sino que también cuenten historias, honren oficios y respeten al planeta?
La respuesta llega en forma de una tote bag hecha con materiales reciclados, intervenida a mano por mujeres artesanas de comunidades de Hidalgo y Puebla. Cada pieza es una pequeña obra de memoria textil: lleva bordado el nombre de su creadora, su comunidad, y está construida con tiempo, dedicación y técnicas tradicionales.
Una colaboración que pone el foco en las personas
Esta alianza entre una marca global y un proyecto de impacto social en México abre un diálogo necesario sobre la forma en que consumimos. Aquí, el diseño no está desligado de la vida real. Las bolsas están hechas de manta reciclada, estampadas con tintas naturales y bordadas a mano con puntada partida, una técnica textil que atraviesa generaciones.
No es sólo un accesorio. Es un objeto que nos recuerda que detrás de cada prenda hay una historia, unas manos, una comunidad. Cada tote incluye un código QR que permite conocer más sobre la artesana que la creó (su historia, sus sueños, su mirada del mundo) y ofrece la posibilidad de responderle con un mensaje.

Red de saberes: las voces detrás de la pieza
Las tote bags fueron bordadas por mujeres de dos comunidades mexicanas:
📍 Saucillo, Hidalgo: Antonia, Angélica, Margarita, Reyna, Tomasa, Paula y Daniela
📍 Naupan, Puebla: Rosalía, Catalina, Norma, Refugia, Mary, Diana Laura, Rita, Zenaida y Cristina
El proceso requirió más de mil horas de trabajo colectivo. Cada pieza lleva dos etiquetas bordadas a mano que representan no solo el acabado estético, sino también el valor simbólico de nombrar y reconocer a quienes lo hicieron posible.
Un modelo que imagina otro futuro para la moda
Someone Somewhere es una empresa social mexicana que trabaja con más de 250 artesanas y artesanos en todo el país, buscando formas de integrar el conocimiento tradicional en objetos cotidianos y funcionales. Su modelo está alineado con 10 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, apostando por una economía más equitativa, regenerativa y humana.
Este proyecto en colaboración con Lacoste invita a pensar en nuevas formas de crear, consumir y vincularnos con lo que usamos. Lejos de las tendencias pasajeras, esta iniciativa apunta hacia una moda con sentido, donde diseño, comunidad y sostenibilidad pueden convivir.
Más que una colección, un manifiesto
La colección está disponible en México desde el 22 de mayo en algunas tiendas Lacoste. Pero más allá del punto de venta, la verdadera invitación es a repensar la moda. A preguntarnos de dónde vienen las cosas, quién las hace y bajo qué condiciones. Y a imaginar un futuro donde vestir sea también una forma de cuidar, de conectar y de transformar. Conoce más dando click aquí.