Un reconocimiento histórico acaba de ocurrir en París: la Ruta Wixárika por los Sitios Sagrados a Wirikuta ha sido inscrita en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Más que un camino, se trata de una red sagrada de senderos, rituales y paisajes que atraviesa cinco estados mexicanos: Nayarit, Durango, Jalisco, Zacatecas y San Luis Potosí, a lo largo de 500 kilómetros de sabiduría ancestral.
Este hecho no solo reafirma la riqueza cultural de México (que suma así 36 inscripciones en la lista), sino que marca la primera vez que una tradición indígena viva en Latinoamérica recibe este nivel de protección internacional.
Un camino sagrado, tejido de memoria y territorio
La ruta no es un trazo único, sino una trenza viva que une 20 sitios sagrados. Son lugares donde los pueblos wixárika (también conocidos como huicholes) realizan desde tiempos antiguos sus peregrinaciones, ceremonias y rituales para mantener el equilibrio entre el ser humano y la naturaleza, agradecer a los elementos y asegurar la continuidad de la vida a través del maíz, el agua, el fuego y el hikuri, su planta sagrada.
Sabiduría ancestral, patrimonio de la humanidad
Según la UNESCO, la ruta es reconocida como Bien en Serie por ser uno de los itinerarios precolombinos más representativos aún en uso y por reflejar la profunda interrelación entre cultura y naturaleza en el pensamiento espiritual wixárika.
La declaratoria también responde a una larga lucha de las comunidades indígenas por la defensa de sus territorios y creencias. “Esta inscripción es una herramienta de sobrevivencia para nuestra cultura”, declaró desde París Totupica Candelario Robles, representante del Consejo Regional Wixárika.




Una alianza entre comunidades, instituciones y territorio
El logro fue posible gracias a la colaboración entre el Consejo de Ancianos Wixárika, autoridades tradicionales y comunitarias, instituciones como el INAH, la Secretaría de Cultura, el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas y organizaciones civiles como Conservación Humana A.C.
La ruta también cuenta con respaldo legal dentro del Plan de Justicia de los Pueblos Wixárika, Na’ayeri, O’dam y Meshikan, así como con un decreto presidencial que reconoce y salvaguarda los sitios sagrados y rutas de peregrinación indígenas.
México, guardián de herencias vivas
Con esta inscripción, México se posiciona como el país con más sitios reconocidos por la UNESCO en América, y el séptimo en el mundo. Pero más allá del número, lo que hoy celebramos es un acto de reconocimiento hacia una cosmovisión que sigue viva, caminando el mismo territorio que ha recorrido durante milenios, en diálogo constante con la tierra, el cielo y los ciclos que dan vida.

La Ruta Wixárika es una celebración del alma indígena de América Latina.