En su nueva película, el cineasta francés Luc Besson reinterpreta el mito de Drácula con una mirada intensa, profundamente emocional y visualmente hipnótica. Estrenada en Francia el pasado 30 de julio de 2025, esta versión marca un regreso ambicioso y maduro para el director de Léon y El Quinto Elemento.
Con un elenco fascinante liderado por Caleb Landry Jones, Christoph Waltz y Zoë Bleu, la cinta promete recorrer no solo los rincones oscuros del castillo del conde… sino también los del alma humana.

Una historia de amor y condena
Aquí, Drácula no es solo una criatura de la noche. Es un ser marcado por la soledad, la culpa y el eco de un amor imposible.
En manos de Caleb Landry Jones, el conde se convierte en un personaje que duele y fascina: atormentado por su pasado, sediento de algo más que sangre, buscando sentido en un mundo que ya no le pertenece.
La aparición de una joven enigmática (interpretada por Zoë Bleu) despierta en él tanto la esperanza como el recuerdo de lo que alguna vez fue humano. En paralelo, un misterioso personaje interpretado por Christoph Waltz encarna la sombra que persigue su redención.



Luc Besson, al filo del mito
Con su estilo inconfundible, atmosférico, detallista, elegante, Besson logra que Drácula se sienta a la vez íntima y épica. Una fábula visual donde la sangre se convierte en símbolo del deseo, el dolor y la memoria.
Lejos de las adaptaciones convencionales, esta nueva entrega se aleja del terror clásico para abrazar el drama psicológico y la tragedia romántica. Un relato sobre la inmortalidad y sus cicatrices.
¿Por qué verla?
Porque 471sigue siendo una figura irresistible. Y porque bajo la dirección de Besson, con una interpretación tan visceral como la de Caleb Landry Jones, esta historia renace con nueva profundidad y belleza. Ideal para quienes aman el cine que te atraviesa.